El impacto económico de la crisis ya es visible en toda la región. Las esperanzas en un desacople se han diluido, mientras los escudos monetarios y fiscales resultan insuficientes para frenar el efecto del terremoto financiero.
Es cierto que el apalancamiento de los bancos es menor, pero las expatriaciones de capital son más intensas. La sobreproducción golpea a la industria internacionalizada y el abaratamiento de las materias primas revierte el crecimiento. Además, los intentos de reactivación chocan con la existencia de recursos inferiores a las economías centrales.
La expectativa de beneficios geopolíticos ulteriores olvida que el impacto inicial del 30 fue demoledor y que la crisis de los 70 concluyó sofocando los ensayos de autonomía periférica. Este margen de independencia enfrenta actualmente un nivel superior de internacionalización de la economía y depende de acontecimientos políticos imprevisibles.
Existe una crisis de dominación estadounidense, pero ya se vislumbra una contraofensiva. El carácter acotado o perdurable de la declinación norteamericana no está definido, ya que la primera potencia preserva un liderazgo militar aceptado por sus competidores.
Las clases dominantes de la región actúan con estrategias propias, especialmente en el sur del continente y no se verifica el tipo de sujeción neocolonial que impera en África. Un eventual escenario multipolar presentaría rasgos opresivos y acentuaría la asociación de las elites locales con las potencias hegemónicas. El impacto económico de la crisis ya es visible en toda la región. Las esperanzas en un desacople se han diluido, mientras los escudos monetarios y fiscales resultan insuficientes para frenar el efecto del terremoto financiero.
Es cierto que el apalancamiento de los bancos es menor, pero las expatriaciones de capital son más intensas. La sobreproducción golpea a la industria internacionalizada y el abaratamiento de las materias primas revierte el crecimiento. Además, los intentos de reactivación chocan con la existencia de recursos inferiores a las economías centrales.
14 marzo 2009
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