La placa de aproximadamente del tamaño del Estado Cojedes en Venezuela, es una gran superficie de hielo permanente sobre el mar y está ubicada al oeste de la península antártica, a unos 1.600 kilómetros de distancia del continente suramericano. De la masa de hielo que se han desprendido de esa área helada, gigantescos icebergs comienzan a dispersarse por todo el Océano Antártico. Y esto producirá un aumento de unos milímetros en el nivel del mar en todo el planeta.
La lengua continental más próxima a Sudamérica es la región del planeta que más acusa el calentamiento global en el último medio siglo; las temperaturas han aumentado allí medio grado por década.
Las consecuencias de este gran desprendimiento son varias, buenas y malas.
Las buenas pueden ser beneficiosas para la ecosistema de la zona ya que la gran cantidad de icebergs producidos por el desprendimiento, al fundirse, van a liberar una serie de sustancias que estimularán el aumento del plancton, lo que producirá una mayor cantidad de alimento que puede hacer crecer la fauna (como focas, ballenas y otras especies marinas).